HikingWaraira: Sanare y La Hundicíon de Yay

La Hundición de Yay, el secreto mejor guardado del estado Lara. Conocido también como el pequeño Gran Cañón, es un pequeño desierto producido por un deslave, que formó una depresión tectónica en forma de cañón. Ubicado a unos 40 minutos de Sanare, pueblo cafetalero con clima de montaña y grandes tradiciones.

Sanare - Tierra de Músicos, Artesanos y Muñequeros.

Cuando entras a Sanare te das cuenta inmediatamente la importancia del folklore en la vida cotidiana del sanareño. Plazas con Zaragozas gigantes, Iglesias con altares coloniales y personajes que inspiran con sus historias, hacen que le provoque a uno, conocer todo lo que tiene Sanare para ofrecer.

Empezamos nuestro viaje consiguiéndonos con nuestro guía Mario Vegas. Mario es el dueño de la tienda de Comida que hace esquina, enfrente de la Iglesia Santa Ana. Cuando hablas con él, te das cuenta del cariño profundo que siente por su pueblo y las ganas que tiene de darle su justo puesto dentro del turismo venezolano. Habla español, inglés y un poco de mandarín, es dueño del teatro del pueblo, Ingeniero de la USB y líder emprendedor de la comunidad.

Nos enseñó el teatro, la iglesia de Santa Ana, la Plaza Bolívar y varios talleres locales, observándose en todo lo que se hacía el sello de Hecho en Sanare. Cada emprendimiento tiene un por qué y cuenta con el apoyo de la comunidad, los proyectos van desde restaurantes y puestos de comida, hasta la creación de vehículos propios, como lo es el Frontino. El Frontino es un vehículo todo terreno que sirve de solución para el transporte en caminos de montaña.

Seguimos vía el Caserío de Yay por un camino de terracería y nos detuvimos en casa de la Sra. Consuelo Gil de Torrealba, heredera de las técnicas de alfarería de la famosa Niña Teodora Torrealba. Dentro de la hospitalidad de su hogar, nos mostró como realiza sus piezas tan valiosas y conocidas.

Dejamos la casa de la Sra. Consuelo en compañía de Juan Ramón Escalona conocido como “El Morocho” poeta, escritor, historiador, paleontólogo y artista plástico. El Morocho nos explicaba la importancia geológica, arqueológica y paleontológica del camino por el que transitábamos. “Aquí hemos conseguido fósiles marinos principalmente gasterópodo del período cámbrico, de gran importancia para el estudio de las especies en el país. También hemos conseguido fósiles de megaterio que cuentan con más de 4mil años”. Nos comentaba que ese camino fue el camino de los españoles utilizado para conectar Sanare con el Tocuyo.

Caserío de Yay – El Macondo venezolano.

Pasando la mina de Arcilla de Curigua se llega al Caserío de Yay. Al llegar, el tiempo se detiene y te traslada un siglo en el pasado. Casa de bahareque, caminos de tierra y mucha hospitalidad. Es un pueblo rico en leyendas y tradiciones alfareras.

En lo alto del pueblo conseguimos la Capilla de época de la colonia que es una de las más antiguas del País, construida para evangelizar a los indios Jirajara. Visitamos el taller de alfarería Las Trinitarias, donde la Sra. Juana Días nos mostró artesanía típica hecha con técnicas milenarias. Conocimos la Algarroba que es la fruta con que se hace el Atol y nos explicaron los usos adicionales de la fruta.

Hundición de Yay – El pequeño Gran Cañón.

Un poco más adelante del caserío siguiendo los letreros conseguimos la Hundición. Es impresionante su color amarillo y sus formaciones erosionadas que llegan hasta donde la vista alcanza. En ella se han conseguido fósiles, artesanía y herramientas de importante valor histórico. Al llegar El morocho nos contó la leyenda del lugar.

“Cuenta la leyenda que en un Viernes Santo, los pobladores se dedicaron a bailar y beber en lugar de rendirle culto a Dios. Cuando caía la tarde se acercó un anciano al pueblo y pidió le llenaran de agua la totumita que llevaba, pero no le hicieron caso, dejándole sediento, hasta que una mujer le calmó la sed y antes de despedirse, le recomendó salir del lugar sin mirar hacia atrás pues iba a ocurrir algo terrible.

El viejito desapareció ante las carcajadas de los habitantes y la mujer atendió a medias su consejo, pero cuando había avanzado unos metros se le ocurrió mirar hacia la casa y al instante quedó convertida en roca. El pueblo junto con sus habitantes fue convertido en piedra, dando origen a la Hundición”.

La otra cara de Sanare – Turismo de Clase.

Después de recorrer hasta la última formación de la Hundición nos fuimos para el sector colonial de Sanare, el Cerrito. Es una zona colonial que ha mantenido la fachada tradicional y en la cual se han posicionado varios comercios, principalmente restaurantes y dulcerías.

Luego de probar varios dulces típicos seguimos por la carretera vía el blanquito famoso por sus posadas y por conducir a la entrada del Parque Nacional Yacambú. Las posadas son atendidas por sus dueños y tienen instalaciones de primera con hermosas vistas.

Sanare y la Hundición de Yay abren la puerta del estado Lara a un turismo donde se mezclan las tradiciones con la comodidad y el clima de montaña.

QUE HACER:

· Comerse un dulce típico en el Casco Colonial de Sanare.

· Visitar la Hundición de Yay.

· Expedición a la Fumarola de Sanare.

· Ver la Artesanía de Sanare y Yay.

· Hiking en el Parque Nacional Yacambú.

· Fiesta tradicional las Zaragozas. 28 de diciembre. Procesión vestidos con coloridas máscaras para la curación de los Santos Inocentes.

· Recorrer Sanare y Visitar su iglesias y plazas.

COMO LLEGAR:

1) En Vehículo Propio: Son más de 50 km desde Barquisimeto. Seguimos vía Quibor y nos desviamos en la carretera vía Sanare, siguiendo los letreros. Para la Hundición son 45 minutos y 6 km desde Sanare, el acceso está señalizado en la entrada del pueblo un poco más delante de la iglesia de San Isidro.

2) En Autobús: Desde la terminal de Barquisimeto tomas un trasporte hasta Sanare, en la Plaza Bolívar se pregunta a ver quién está prestando servicio para ir a la Hundición